Los contenedores suelen ser estancos y de plástico para evitar la degradación.
Consiste, por parte de una persona, en esconder objetos en el campo o en la ciudad y posteriormente apuntar las coordenadas geográficas de ese punto mediante un receptor GPS y hacerlas públicas (por lo general en sitios web especializados) para que otras personas puedan efectuar su búsqueda. En estos lugares donde se publican las coordenadas la gente puede entrar a consultar tesoros escondidos cerca de su casa o por alguna zona donde vaya a hacer un viaje. La etiqueta marca que quien encuentra uno de estos tesoros puede llevarse un objeto de este pero a cambio tiene que dejar otro de igual o mayor valor para el siguiente visitante.
Los regalos generalmente consisten en objetos de poco valor, metidos en bolsas impermeables o fiambreras y un cuaderno donde apuntar tu nombre para que quede registrado (logbook). Cada uno de estos contenedores con todo su contenido es a lo que se denomina «cache» o «geocache» en la jerga técnica, cuya interpretación al castellano puede ser «tesoro» o «geoescondite».
Proximamente desvelaremos las coordenadas de los tesoros escondidos en Tornadizos de Ávila.